lunes, 28 de octubre de 2013

Si vamos a querernos

Viñeta de Kalvellido

Si vamos a querernos tú, yo, nosotros,
lo haremos  sin tregua,
con algún unicornio en vigilia,
más de un mapa
y un manojo de palabras leales al destino.

Nos querremos desde dentro,
desde el fondo,
aunque ambos sepamos que no existe el paraíso,
aunque ambos sepamos que amarse
es hacer historia sin escribas.

Si vamos a querernos tú, yo, nosotros,
lo haremos como se quieren los amantes corrientes,
a veces con ritmos distintos,
a veces desnudos,
a veces
pero nunca sin mirarnos de frente.

Si vamos a querernos, tú, yo, nosotros,
lo haremos  porque sólo amándonos seremos libres.

viernes, 25 de octubre de 2013

Es fiesta

Viñeta de Kalvellido

Te rompes los nudillos golpeando las puertas
quieres desabrochar tu pena,
quieres un sorbo de vida,
un trozo de consuelo,
una pizca de ternura.

Pero no hay nadie.
Es fiesta.

Vuelves sobre tus pasos,
lentamente,
sólo está tu voz que te acompaña siempre,
sólo están tus dudas y esta  derrota amarga
que son los días tristes.

Ni siquiera llueve.
Ni siquiera oyes un llanto de niños,
ni te acuerdas del pasado,
ni de sus cicatrices.

Sólo sabes
que es fiesta,
que regresas a casa
con los nudillos rotos
y la tristeza completa.

jueves, 24 de octubre de 2013

Recièn parida


Viñeta de Kalvellido
Los fachas, los tibios, los que se encogen de hombros incluso cuando su propia casa se derrumba deben estar aterrados porque las ciudades hablan.
Porque van desengrasándose las gargantas  a pesar del miedo y de las incertidumbre y de llevar tanta pobreza a rastras y tanta mala leche y tanto fascista adueñándose  de las calles.
A pesar de las ostias y de las leyes a medida.
A pesar del inmovilismo, de la intoxicación, de querer convertir la salud y las ideas, la riqueza y la justica  en un impuesto terrorista.  
Las ciudades hablan, hablan las universidades, las fábricas, las escuelas, los discapacitados, las mujeres, los desempleados, los desahuciados, hablan los presos, los campesinos, los padres, los hijos, los ancianos.
Hablan los estafados, los pescadores, los investigadores, los obreros, los endeudados, a veces, hasta los poetas hablamos.
Hablan los detenidos, los jóvenes, los enfermos.
Hablan los que se quedaron sin porvenir.
Hablan los que se quedaron con las manos vacías.
Hablan los campos, las fábricas, los ríos.
Hablan las banderas, las fronteras.
Hablan los muertos.
Las fosas, hablan.
Habla la memoria.
Se abre paso la voz, como recién parida.
Ahí está, en los pueblos y ciudades.
Que sea bienvenida.

martes, 22 de octubre de 2013

Las palabras

Viñeta de Kalvellido

Si las palabras, ellas solas, pudieran
amar y odiar sin cuerpo y sin razones.
Si ellas solas pudieran edificar las torres
donde vigilar  las demencias
y gritar hasta que la locura sea un diminuto
espasmo en la nada.

Si letra a letra, hombro con hombro,
pudieran levantarse en pie de guerra,
cargar con el fusil de la conciencia
y empezar esta batalla
donde cayò primero la memoria,
donde sepultaron con impunidad la rabia,
donde con sables y con leyes y balas
mataron mil veces en la historia
este dulce empeño por vivir
atados a la tierra.

Si ellas solas pudieran,
hacer con el porvenir
un lugar para mirarse sin   crudeza
para tocarse sin fronteras,
para decapitar a los verdugos
con  la afilada guillotina de la justicia de veras.

Si ellas solas pudieran…

 Pero ellas,
las palabras solas,

son  piedras.
Necesitan manos
para ser lanzadas fuera.

lunes, 21 de octubre de 2013

Si voy a quererte

Viñeta de Kalvellido

Si voy a quererte
lo haré entre la sal y la tierra,
con ganas.
Cuando no  hagan falta excusas
para llamar a tu piel y que respondas.

Te querré también
cuando tu mirada sea un abismo
y no te alcancen mis palabras,
y  mi voz sea un eco que regresa para golpearme
con tu distancia.

Te querré en cada llaga,
en cada huella,
en cada traspiés o caída.
Te querré a pesar de que la vida
se empeña en imponernos  su patria huérfana.

Te querré
a pecho descubierto.
Si voy a quererte, te querré así:
hermoso e imperfecto.

Odiar, algo tan revolucionario y tan sencillo

Viñeta de Kalvellido

Creo que el odio está aletargado, que no odiamos lo suficiente, que no odiamos como se debe odiar cuando  nos han dejado en pelotas, huérfanos de libertad y de justicia.
Y creo también que sólo con odio podríamos hacer que nos teman.
El sistema va un paso por delante y sabe que canalizando la rabia, confundiéndola, fragmentando las luchas, encarcelando a los que disienten, multando a los que se rebelan, intoxicando, engañando con tibiezas, con propuestas que giran un poco a la izquierda, presentando mesías fagocitados con cara de buen rollo y palabras escogidas sin azar, con todo esto, el odio se disipa y  nos engañamos convencidos de que es posible construir sobre estas arenas movedizas de espanto.
Somos archipiélagos cabreados sin el cordón umbilical que debería unirnos para no dejarles avanzar ni un paso más.
No hace mucho, un joven murió de hambre.
Esto debería hacer sido suficiente para incendiar las calles.
Niños con hambre, viejos doloridos y desnutridos, mujeres, hombres, rascando en basurales, revolviendo los desechos para alimentarse, un poco, un rato, toda una vida.
El hambre, es motivo para odiar.
Los andrajos, son motivo para odiar.
Odiar fieramente desde las entrañas, con todas las vísceras, con todas.
Pa que haya pan, techo, salario, abrigo.
Algo tan revolucionario y tan sencillo.