viernes, 10 de mayo de 2013

Testamento

Viñeta de Kalvellido

Cuando pienso en el testamento que dejaré no se me ocurre gran cosa.
Unos versos, un perro, unos pocos amigos.
Una casa llena de cicatrices.
Nada más.
Eso será todo porque la memoria viajará conmigo.
Los versos se llenarán de polvo, el perro envejecerá deprisa, los amigos quizá echen de menos mis silencios, mis dudas, mis espantos pero pronto continuarán con sus vidas porque su deber es vivirlas.
La casa será habitada por otros que ignorarán que hubo allí una vez una poeta resistiendo demasiadas embestidas.
Me gustaría dejar más rastros, que se cumpliera alguno de los sueños de amor y de justicia, que se hiciera cierto  mi deseo de reconciliarme con un mundo que al nacer ya me dio la espalda.
Antes de morirme quisiera devolver las caricias, deshacer  los fracasos, convertir en victorias los enfados, reír por cada uno de los llantos, partir mi corazón y repartir  los pedazos.
Quisiera vaciarme de ternura remendando  los andrajos, sepultar las ideas egoístas que atrofian la empatía  y después,  en mi casa, con mi perro, y mis versos, morirme en paz contando las estrellas.

jueves, 9 de mayo de 2013

Bajar la guardia


Viñeta de Kalvellido
No es suficiente la impunidad, la represión, la ley “por mis cojones”, las reformas “porque yo lo mando”, la información intoxicada, el saqueo, el cinismo,  la cruz clavada en el estado, los ilustrados  como mercenarios, bien pagados.
No es suficiente con la pérdida de soberanía, con la violencia a destajo, con las promesas hechas desde parlamentos desahuciados, con la miseria puerta a puerta, con la infancia columpiándose sin porvenir y sin letra, con una salud que pasa la cuenta, con una cultura de fábrica y sin conciencia, con unos trabajadores sin paga, con unos jubilados que no les alcanza, con una pobreza tan pobre, tan peregrina, que sólo puede ya salir a la calle a gritar a los culpables.
Pero no basta con gritarles, no, no basta con señalar uno a uno a los responsables,  a los delirantes ideólogos de esta crisis que nos quiere a cuatro patas.
No es suficiente con deletrear sus nombres, con aullar  a contraviento entre golpes y humo y cárcel.
Ellos tienen prevista la queja, la rabia, la propaganda.
Tienen prevista alguna marcha atrás para seguir avanzando a toda prisa.
Saben cómo manejarnos, sueltan un poco las cadenas y cuando, confiados, pensemos que ganamos, vendrán nuevas y más sofisticadas.
No bajar la guardia, ese es el desafío.
Hasta la victoria.

martes, 7 de mayo de 2013

Dicen amèn


Viñeta de Kalvellido
Dicen amén
como si no tuviera remedio
el llanto de los niños apedreando
las noches
cuando el hambre es la costumbre
que tiñe de luto las estrellas.

 Dicen amén a sus cadenas trémulas,
al látigo que pudre el cansancio,
al trabajo a destajo,
al salario apretado,
a los golpes  de las deudas que desahucian el porvenir
y lo condenan.

 Dicen amén
y a veces se arrodillan para regalar a plazos sus plegarias,
y a veces creen que la vida siempre fue  esta miseria a cuatro patas.
Yo quiero explicarles, que existe la pureza de respirar con libertad,
que es posible beberse de un trago la impotencia
para ponerse en pie a pesar de  las derrotas que nos cuentan.

Dicen amén
y yo les digo: Es posible.
Prohibir la riqueza aún es posible.

jueves, 2 de mayo de 2013

Impunidad versus impunidad


Viñeta de Kalvellido
La tortura es aceptada por los gobiernos de turno.
Digan lo que digan sus voceros, sus cómplices, sus charlatanes.
Evidencias sobradas tenemos, testimonios que desangran las conciencias, personas que han sido detenidas rubrican el espanto de saber que cualquiera de nosotros que se queje, haga un guiño de desobediencia, o patalee puede sufrir la picana, ser violada o ese largo etcétera de horrores que se ponen en práctica durante los cinco días de incomunicación.
Impunidad sobre impunidad.
Impunidad para aterrorizar con el puño o con  el hambre.
Esta es la democracia.
Y los silenciosos parlamentarios que hacen oídos sordos a esto, que no se estremecen con los relatos, que ponen en duda una y otra vez la veracidad, que no denuncian, que no protegen, que no aúllan son igual de verdugos que los ejecutores.
Juegan el juego más sucio que se puede jugar en un parlamento: el silencio.
Y cualquiera que vote estos silencios, cualquiera que aplauda, mueva los hombros, desacredite a las víctimas, justifique, niegue, esta verdad que tanto duele  está ensañándose con una democracia herida  al nacer de muerte.
Si la tortura existe,  todas las violencias de estado serán posibles.

Carta a los que no saben que son explotados

Viñeta de Kalvellido

Somos nosotros los que engrasamos el sistema, por pelotas, por pura necesidad de supervivencia, por arrancar unas cuantas monedas al amo que nos las vende a cambio de horas que son toda una vida.
Pocos  eligen su destino.
Trabajar ocho horas, diez horas, catorce horas, entre sudor y extenuación.
Sentir que no alcanza para pan, techo, abrigo, que peligra el futuro, que peligra la precariedad en la que existimos. que el mundo avanza  pero somos cada vez más escasos en humanidad, más obstinadamente sumisos, nos debería poner alerta.
A todos.
Porque sin nosotros que somos el pulmón, esta bestia deforme no respira, simplemente se asfixia.
Hay quienes no saben  que son esclavos y es quizá esta ignorancia la que perpetúa nuestra explotación por los siglos de los siglos.
Pensar que somos más libres que una trabajadora textil en Bangladés, que una  una prostituta en cualquier arrabal, que un campesino que trabaja de sol a sol, pensar que son ellos los que llevan cadenas y no nosotros, que debemos romper las suyas pero no las nuestras, es deformar la realidad, es vivir en el espejismo que quieren imponernos, es dejar la conciencia única y libertadora de lado, para consolarnos porque nuestra suerte no es tan pésima.
Formamos parte de este todo, no somos fragmentos, islas, pedazos aislados, no existen fronteras para la explotación.
La esclavitud posee una sola bandera.
Y por esto pienso, que saber  que hay quienes están peor,  que hay pueblos completos sobremuriendo no debería  ser  excusa para ignorar que también aquí somos esclavos.

martes, 30 de abril de 2013

El armisticio


Viñeta de Kalvellido
No recuerdas còmo era amanecer,
ni cómo eran las primaveras.
Hoy sólo sabes de tinieblas,
sólo tienes el ahora,
el empeño de parar en seco este momento,
el sueño imposible de que nada  sea cierto.

Es de noche,
lo sé, lo sabemos.
Es de noche, es verdad, todo es oscuro,
todo es silencio,
todo es arena que se lleva el viento,
todo es respirar en la asfixia de vivir a contratiempo.

Pero hermano,
no estás solo,
míranos,
estamos.
Aunque no nos pidas aire, ni luz, ni mañanas,
aunque no nos pidas, estrellas, ni latidos, ni palabras,
aunque no nos pidas raíces para atarte a la tierra,
aunque no nos pidas ser tu pulmón, tu arteria, tus rodillas,
aunque no nos pidas un pecho, un hombro, una caricia.
Aunque no nos pidas nada
te lo damos todo, hermano,
porque  es el único armisticio que firman los amigos
cuando son de veras.

lunes, 22 de abril de 2013

La gran guerra


Viñeta de Kalvellido
Es una pesadilla lo que estamos viviendo.
Han hecho borrón y cuenta nueva no sólo con los derechos más elementales también con la decencia.
Podemos escuchar decir las mayores atrocidades a los mandamases de turno sin sentir vergüenza.
Les parece que tenemos que pagar más, sufrir más, morir más.
Les parece que debemos creer todo lo que cuentan; dramáticas falacias sobre la realidad, bombas que se inventan, crisis elaboradas en trastiendas, guerras en defensa de paces armadas hasta los dientes…
Mentira tras mentira construyen un mundo nuevo, de países- cárceles donde es difícil respirar sin sentir la vigilancia, los cacheos,  a los alguaciles desafiando cada uno de nuestros movimientos.
Esto se asemeja cada día más a un paisaje orwelliano donde las ideas que asoman subversivas, irredentas, al poco de nacer se convierten en terroristas y la gran mayoría lo digiere como si fuera un credo.
Y por eso, es tarea de cada cual, empeñarse en reconstruir la verdad, palmo a palmo y defenderla hasta las últimas consecuencias.
De no ser así, de no estar alerta permanentemente en la gran  guerra mediática  que  vacía las conciencias, estaremos dejando el futuro en manos de unos pocos artesanos de cadenas.
Es una tarea inmensa demoler no sólo las mentiras fabricadas en serie, también a los que son producto del sistema y se enmascaran de izquierda.