viernes, 12 de marzo de 2010

Estoy embarazada y no pienso abortar



Estoy embarazada y no pienso abortar.
Yo sé que no soy la primera mujer a la que le ocurre esto, que incluso ha habido gente que se ha embarazado mucho más tarde que yo.
También sé que hay quien se desembaraza y deja a su criatura muerta en los caminos o la tira a los ríos o la exhiben en los circos o la golpean o simplemente le dan un tiro en la espalda y dicen que ellos no han sido.
Yo sé todas estas cosas.
Todas las tengo presentes mientras crece y crece.
Y crece la luz y crecen las nauseas.
Pronto el dolor me atravesara de parte a parte. Podré, entonces, lamerle mí sangre, podré contarle los huesos para que ni uno solo le falte, pronto, muy pronto, le enseñaré el camino que lleva a mis pechos y dormirá sobre ellos, sueños sin hambre.
No tengo dudas, después de años gestándose, vendrá.
La misma que ha nacido ya en la selva y en las guerras.
La que crece en las trincheras y no es cómplice de barbaries.
La que derriba los muros y duerme su cansancio en las prisiones.
La que ayuna,
La que tiene el oído atento sobre la tierra.
La que es fruto y sementera.
La que no castiga la esperanza.
La que canta antes de morir,
La que no se arrodilla.
Vendrá. Sí.
Vendrá a mi vida la rebeldía.

lunes, 8 de marzo de 2010

8 de marzo, que lo celebren las funcionarias.

Viñeta de Kalvellido
Voy a contar mi historia.
Accedí al mundo laboral con 18 años más o menos
A partir de esa edad trabajé en todos los empleos. Claro, por poco tiempo. Claro, por poco salario. Claro, sin derechos sindicales.
Pero pagaban, algo es algo.
Encuestas telefónicas, encuestas puerta a puerta. Promociones en supermercados, vestida de holandesa, vestida de conejito, con la bandeja de queso en la manos, el turrón, la loncha de jamón… De camarera, en bares de copas, en bares de txikiteo, en hamburgueserías, en restaurantes. Limpiando casas, una o varias, cuidando niños, uno o varios, cuidando viejos y a los 28 años encontré ¡eureka! por primera vez, un empleo con contrato.
Todo un milagro.
Empecé, claro está, a media jornada, luego después de meses, cuando demostré que sabía limpiar callando, firmé indefinido, jornada completa.
8 años en una residencia de ancianos.
Nunca llegué a ser mileurista, jamás, ni con trienios ni con una huelga.
He vivido trabajando y de prestado, trabajando y con el agua al cuello, trabajando y trabajando y trabajando.
El 8 de marzo yo siempre estaba currando.
Por eso, el día de hoy lo paso esquivando felicitaciones, lo paso rumiando blasfemias, lo paso rapidito, encabronada, sin poder arrancarme de la memoria a tantas y tantas mujeres que en silencio hoy, esta misma mañana, fueron a sus trabajos precarios.
Y todos los 8 de marzo vienen a tocarme los ovarios, con su blà- blà –blà, y esto me recuerda a mi jefe supremo que todos los años, este día, nos enviaba, el muy cabròn, un ramo de rosas para todas.
Y hablan de mujeres que poco o nada tiene que ver conmigo, con nosotras. Hablan de funcionarias.
Que lo celebren ellas entonces, que lo celebren las funcionarias.

sábado, 6 de marzo de 2010

Mucha mala hierba

Imagen de Kalvellido

El mundo está partido en dos.
Siglos de infamia lo han ido separando.
Ellos y nosotros, los parias de la tierra.
Y van risueños con sus torpes propiedades.
Y van alegres con sus leyes moldeables.
Y van a rematar países, a expoliar, a masacrar. Con letra, con sangre, con amnesia.

Ocurre que nosotros, los de este lado, los que vivimos juntos, hambrientos, apretados, no vamos a mover la cola mientras secuestran nuestras dignidades.
Ocurre que nosotros, los de este lado, los que sufrimos el desempleo, la enfermedad, la pena, el hambre, los que acariciamos rostros sin infancias, los que vemos morir a cada rato, de plomo, de desidia, nosotros, esta mitad tan grande, tan inmensa, esta mitad que no bosteza, no vamos a ceder un solo palmo, no vamos a permitir más fosas comunes.
Nosotros, los de este lado, los que siempre estuvimos aquí, los que sentimos la sed, el cansancio, las tinieblas, nosotros, los deudores, aboliremos la pobreza para no ser nunca más esclavos.
Que no les quepa la menor duda.
Que se pongan a temblar, que esta inmensidad de hombres y de mujeres que vivimos de prestado en nuestra propia tierra decimos que el tiempo de los cálculos, de la rentabilidad, del fraude, de la codicia, ha terminado.
Es tiempo de arrancar la mala hierba.

martes, 2 de marzo de 2010

Ojalà yo estè equivocada



Ojalá esté equivocada.
Ojalá mi equivocación sea tan inmensa que mañana, al despertar, encuentre que nos miramos a la cara, que nos reconocemos en los dolores, en el saqueo, en el hambre.
Ojalá mañana tenga que pedir perdón por no saber distinguir lo verdadero de lo falso.
Ojalá alguien, quien sea, tú, por ejemplo, me escribas para decirme: Silvia, estás equivocada, yo sí veo las piedras y veo los brazos, y veo los ojos y los pies y las patadas y veo las rejas y a los muertos, y a los hijos sin luz y sin cucharas, y veo que otros ven como yo veo y juntos miramos para abarcarlo todo y sacar a la luz los horrores de tanta ceguera, de tanto extermino, de tanta metástasis extendiéndose por los pueblos.
Ojalá mañana vengas a decirme que estoy equivocada, que debo asomarme a la tierra para ver que los hombres y las mujeres no perdieron el habla.
Ojalá, si.
Ojalá me enseñes tus sueños de panes y de peces, tu camisa limpia, tu mirada recién nacida, ojalá no te pesen los muertos y te quede aún vida por delante.
Ojalá tú, o tú o tú, vosotros, vengáis mañana para decirme: míranos poeta, pariendo corazón por todas partes.
Míranos, desafiantes.
Míranos poeta, deja ya de equivocarte.

viernes, 19 de febrero de 2010

PIN, PAN, PUM.

Viñeta de Kalvellido
Uno hace cuentas, repasa la historia y comprueba que su crisis nunca empezó si no que pasó de mano en mano, de generación en generación. Siempre con inestabilidad, siempre con precariedad, siempre con un poco de acoso, un poco de miedo, un poco de esto, un poco de aquello, siempre sufriendo.
Ahora van y dicen que estamos en crisis, es decir, que a los que hemos vivido siempre así ahora nos toca tocar fondo, más al fondo, !carajo¡
•••
Esta mañana, como no alcanza pa comer, fui al banco. Me dijeron que no, que no me dan, que sin nómina, sin aval, con morosidad…. Les ofrecí mi piso, pa comer, siempre pa comer, pero me dijeron que no, que el mercado, la hipoteca. Que mi techo no les sirve de nà….
Me quedo con un piso que no puedo pagar, con unas deudas que se amontonan en el portal, me quedo con el desempleo criminal, me quedo con esto, y con aquello y con la lata de conservas del comedor popular y con las zapatillas usadas de la parroquia y me quedo con las rabia de vivir toda una vida apretao, castigao, explotao, y ahora, con 50 abriles me quedo con la mesa puesta pero las cucharas vacías.
Y me dicen que la crisis viene peor y mi mujer ya no tiene casas pa fregar, y me dicen que me calme, aquí, aquí mismo, en la puerta de este banco que me mira mal, me dicen que deje la escopeta en el suelo, que levante las manos, que no haga tonterías, que tengo hijos, y padres y una vida por delante, y yo les digo que se callen, que este banco me niega el pan y la sal, les digo que se callen, que se callen, que se callen ya.
Que voy a disparar.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Terrorismo III



Nuevas generaciones de lobos
conquistan la tierra y la yerman.
A su paso, la muerte tiembla.
A su paso, las vidas amanecen sin huellas.

Nuevas generaciones de lobos,
lobos nacidos de tinieblas,
lobos afeminados,
lobos rudos como piedras,
lobos bàrbaros
lobos de mesa puesta.

Escuadrones de lobos preñados de violencia
que paren por los caminos terror a manos llenas.

Hay quien los alimenta,
quien deja en los portales para ellos
pan y carne fresca
pero yo sè que no son faunos
lo sè porque tiemblo si están cerca.
Yo sè que son lobos,
terribles lobos que acechan.
Yo sè que llevan colgando la muerte,
esa muerte que tanto apesta,
la que mata por matar,
la que mata con y sin guerras.
Yo sè que no son faunos.
Los faunos solo cantan.

lunes, 15 de febrero de 2010

Terrorismo II


En nombre de què dioses,
de què patrias
convierten las palabras en ojos llenos de làgrimas.

En nombre de què ideas
despedazan palabras
a golpe de espada y de guadaña.
En nombre de què nombres
bajan los pulgares
para que empiece la matanza.

No se llaman faunos,
los faunos van descalzos.
No se llaman faunos,
los faunos solo cantan,
pertenecen a otra estirpe
a la de aquellos que no merecen làstima.

No se llaman faunos,
no.
Son lobos,
oscuros lobos sin làmparas,
negros lobos sembradores de venganza.