
Quiero ser progre.
Nunca más compraré ropa meidìn India, ni meidìn Pakistán, ni meidìn Perú.,
Nunca más veré la tele, sólo, claro está los noticiarios y la 2.
Leeré todo lo que han escrito Saramago y Savater.
Apoyaré las luchas del Sahara, de Palestina, la de los mapuche y los zapatistas.
Me informaré sobre los feminicidios de Juárez, el golpe de estado de honduras, sobre Evo Morales.
De ahora en adelante odiaré Venezuela y al primate que allí gobierna.
Me situaré a la izquierda, no muy a la izquierda, ahí, justo ahí.
Creo que con esto será suficiente para ser progre, para estar en la lista, para recaudar prebendas, puedo, para acelerar el proceso, añadir un toque algo más sofisticado, por ejemplo, podría donar un riñón, o comprar un par de niños extranjeros, hacerme una foto con el Dalai lama o si tercia, con Obama, podría cultivar marihuana, o dar la vuelta al mundo sobre un burro con la bandera de la paz en el culo.
En fin, con todo esto creo que me admitirían en el club de los progres. Ignoraré las evidencias que hay sobre la tortura, sobre la censura, sobre los presos políticos, sobre los muertos, las desapariciones y las guerras sucias. Me morderé la lengua si me vienen ideas rebeldes, si me asaltan insultos contra esa gente, si cuestiono a los oligarcas, si los “demócratas” me dan nauseas.
Yo solo quiero ser progre.
Es mi sueño cenar en la Zarzuela, ir de copas con Felipe, leer manifiestos contra Cuba, llamar terroristas a los que no me gustan.
Quiero ser progre, déjenme un sitio, será muy fácil mover mis hilos...