viernes, 9 de noviembre de 2012

El batallòn


Viñeta de Kalvellido
Es como si este gobierno estuviera diciendo con voz muy clara: ustedes van a ser desangrados, se pongan como se pongan.
Y reciben aplausos, golpecitos europeos en la espalda y todos tan contentos.
El crimen ha venido para quedarse mucho tiempo, le han preparado una guarida protegida por ideas viejas de no violencia, de clasismo rancio, de estoicismo peligroso, de mansedumbre ciega.
Y joda a quien joda, mate a quien mate, arrase, diezme, masacre, se hace, por cojones, lo que manden.
Nos han declarado la guerra.
Han arrasado nuestras casas, nuestras fábricas, nuestros hospitales, nuestras escuelas.
Han exhibido, obscenos, su poderosa violencia.
Y nos encadenan con la amargura de vivir esta vida sembrada de deudas.
El presente es un campo de batalla, el enemigo cuenta con  mercenarios blindados en las urnas a quienes no les tiembla el pulso cuando caen y caen los cuerpos muertos  de desesperación, de impotencia, de miseria.
Y que no nos vengan con más cuentos, su propósito es construir sobre esta tierra devastada de humanidad un lugar dócil  donde   los emputecidos, los parias, los invisibles, los de abajo, pidan por favor, por caridad, pan o trabajo y si lo exigen, lo reclaman, lo toman por las malas serán decapitados con las leyes en la mano.
Este es nuestro mundo ahora mismo, dejémonos de eufemismos, de discursos tibios, de lenguajes conciliadores, en nosotros está defender la dignidad de quienes no nacieron para esclavos, de quienes saben muy bien que el imperio avanza con su corte de sicarios.
Está en juego la vida, no es tiempo de esconderse en amarguras, la calle silenciosa espera que revienten de una jodida  vez los alaridos.

 

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