jueves, 17 de mayo de 2012

Los grilletes

Viñeta de Kalvellido

Nadie nació para la obediencia,

nadie puso alas en sus ideas para verlas devastadas,
arrancadas de raíz,
convertidas en cadáver.
Nadie nació para ser arrastrado por el fango,
para sentir hambre, sed o miedo,
para parir hijos que tuvieran el mismo plomo incrustado en las sienes,
el mismo hambre, idéntico miedo.
Peores cementerios.
Nadie nació para caerse poco a poco,
para contemplar cómo la barbarie pudre las casas, el pan, el semen.
Nadie nació con las cadenas puestas,
con el corazón en venta.

Nacimos gritando por la vida,
nacimos cubiertos de sangre y alegría,
nacimos para ser libres.
Pero la libertad desaparece.
en las rejas o en las deudas,
en los salarios o en las hipotecas,
en la ignorancia o en la salud que se paga a toca teja.
Y nadie, nadie, nadie, atravesó la oscuridad de una placenta
para matar la soberanía
que palpita en cada hombre o en cada mujer
hasta que le arrodillan.





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