lunes, 3 de junio de 2013

El gris


Dicen que el amor es un asunto  de primaveras, de agua chorreando sobre la ternura cada momento del día, toda una vida.
Dicen los que saben que la felicidad es aceptar lo que uno tiene, lo que uno es.
Y dicen también los expertos que ni todo es negro ni todo es blanco que hay matices, grises diversos por los que transita la bondad y la maldad intercambiándose fluidos.
Y yo que sè tan pocas cosas no comprendo y  pienso en esto obsesivamente.
Me explico; mi experiencia  me dice que hay bondades y maldades que nunca van de la mano, que están enfrente una de la otra defendiéndose a puñetazos.
Un ejemplo claro: un soldado que asesina a un niño en Palestina, ¿es gris sólo porque tiene familia y cuando llega a casa besa a su mujer a la que riega con su ternura?, ¿o es negro porque ataca y mata?
¿Es gris Chávez o es blanco?
¿Y el Che era negro o era gris, o blanco?
¿Y Franco, era claro con sus nietas y negro azabache cuando firmaba sentencias de muerte?, ¿amaba porque usaba su regadera por las noches sobre “la collares”? ¿Esto, lo pinta de gris meciéndose, pausado, tan asesino e impune entre una gama infinita de colores?
¡Ay qué lío ¡
Creo que  tengo un enorme defecto: lo  veo todo o negro o blanco.

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