lunes, 16 de mayo de 2011

De par en par


Viñeta de Kalvellido

Nos estábamos quedando sin aliento pero al fin, el domingo, entrará aire fresco.
Ya están abiertas todas las ventanas para recibirlo a bocanadas, para llenarnos los pulmones, para dejar que oree esta realidad que ha estado asfixiándonos.
Estamos esperándolo como se esperan en invierno las primaveras, como se espera a la vida después del luto, del sudario, de los muertos rotos a palos y a dentelladas.
Y ya no nos pesa el corazón, palpita ligero en medio de la ponzoña de estos años bastardos. Y miramos al frente con la mirada de los que no van a pedir permiso, con el vientre lleno de palomas y las manos con olor a limpio.
Y pobres de aquellos que se ponen de acuerdo para emborronar la verdad con su voz de piedra, con su terror a manos llenas.
Pobres de aquellos que hablan de paz empapados de guerra, pobres de aquellos que han intentado por todos los medios desnucar la palabra.
Aquí el miedo no se desabrocha, aquí no estamos afiliados a las derrotas, aquí se derrama, gota a gota, la memoria.
Aquí, en este país pequeño, se han abierto todas las ventanas para que no cuelgue ni una sola tristeza, para que se acune el futuro sin bestias, para que la pólvora y la picana salgan de nuestras casas.
Y pobres de aquellos que afilan los sables y las leyes porque de nada van a servirles, este es un pueblo decidido a construir su destino empuñando la voz y la alegría.
Pobres de aquellos que sienten dentera cuando nos miran crecer en mitad de su violencia.

La bestia divina


Viñeta de Kalvellido

Este mundo que nos ha tocado vivir es un lugar lacerante, cada día es más fácil el crimen y el olvido es una herramienta muy útil para los asesinos.
De nuevo, Palestina, aparece con sus muertos.
De nuevo se nos refresca la memoria, nos gotea la sangre que allá nunca deja de derramarse, como si los días de plomo y harapos fueran unos pocos.
Pero son todos los días y son todas las horas y son todos los cuerpos los que resisten las embestidas de una bestia divina.
Y lloran los metales mientras caen y caen y caen sobre los ayes de un pueblo que es cadalso.
Y el odio, ronca voz de los miserables, enseña su negra dentadura al escupir los cadáveres.
Y la vida es un espejismo para aquellos que habitan bajo un cielo preñado de barbarie.
El mundo es un lugar donde matar palestinos es un oficio de prestigio y donde la impunidad está garantizada por los siglos de los siglos.

jueves, 12 de mayo de 2011

Aurrera¡


Viñeta de Kalvellido

Después de tantos años agotadores, de tanta violencia democrática, de tanto ver derrumbarse libertades, tenemos ahora mismo brotando entre los escombros de esta realidad descuartizada por políticos raposos, una esperanza nueva llevada a hombros por un pueblo entero que no sólo quiere paz, también quiere soberanía y también quiere ver en casa a sus presos y a sus ideas bien protegidas.
Es decir, lo quiere todo, por eso ha tomado la palabra.
Y en un escenario político como el que hemos estado sufriendo, de hostigamiento, persecución, tortura, muertes aparecidas en morgues extranjeras, dispersión de presos, cárcel y un sinfín de instrumentos estatales puestos al servicio de verdugos nombrables y anónimos para callar la voz inmensa de este país pequeño, ahora mismo vivimos una extraña primavera brotando a contra cielo y todo lo que se diga en contra de esto, carece de argumentos sostenibles por el sentido común, han perdido la razón por los laberintos de sus leyes, de sus trampas, de sus falacias… un pueblo entero asoma a pesar de este sanguinario reino que nos gobierna.
Y así vamos, rabiosamente alegres, hemos ganado ya mucho futuro, hemos andado ya mucho camino, hemos puesto contra las cuerdas su sangrante democracia, ha costado dolor, represión, pero las urnas al fin, van a explicar en su propia lengua, lo que desde tiempo atrás hemos estado diciendo a pesar de las cadenas y de las mordazas.
Para llamarse pueblo, este pueblo quiere lo que le falta: paz, justicia, libertad y democracia.

lunes, 9 de mayo de 2011

La indignaciòn no basta


Viñeta de Kalvellido

Digamos entonces que la indignación no basta.
Digamos que no llena las cucharas vacías, ni paraliza a los brutos, ni a los verdugos.
Digamos que no es suficiente con sentir en las vísceras el escozor de saber que no hay brújula que señale la resurrección de la justicia.
Digamos que no basta con comprender que vamos directos al sacrificio, que el olvido deforma el futuro, que son engendrados nuevos tiempos de feudalismo, de cruces gamadas, de labios gastados, de caligrafías baratas.
Digamos que no basta con saber que las fronteras se tambalean para parir dentro de sus banderas monstruos clonados al servicio de unos asnos.
Digamos que no es bastante con señalar a los autores de este presente de mierda, no es suficiente con deletrear sus nombres y apellidos, no basta con detectar sus trampas, sus sobornos, sus becerros de oro.
No basta con tener claro que la humanidad no cuenta en este reparto macabro,
No es suficiente saber que las cadenas son un montón de eslabones invisibles atados a las conciencias.
No basta con empezar a oír este ruido desde dentro, este ruido que da dentera, este ruido que nos amansa.
No basta con indignarse al oír estos crujidos, pero es un buen principio.

sábado, 7 de mayo de 2011

La justicia tuerta


Viñeta de Kalvellido

A mí me parece que la justicia es una señora con serios problemas en la vista.
Ve unas cosas y sin embargo otras ni le pellizcan.
Y esto, es cada vez más preocupante.
Fija la mirada con un sólo ojo y con el otro hace guiños seductores a los que tintinean su indecencia.
Si mirara de frente con ambos vería que pasean libremente aquellos que se esfuerzan para que tiempos siniestros vuelvan, vería que la cárcel es paradójicamente un lugar que encierra pobrezas, ideas, desobediencias.
Si mirara la justicia con los dos ojos bien abiertos, vería que hay mucho criminal sacándole la lengua, poniéndole piedras para que tropiece, apagando la luz para que no vea.
Si la justicia mirara de frente, como nosotros, hace tiempo que su mirada se habría fijado en ese puñado de bárbaros que descuartizan la vida en nombre de ella misma.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La herencia


Viñeta de Kalvellido

Estos días me pregunto qué clase de mundo vamos a dejar en herencia.
Más allá de nuestras sepulturas quedará una tierra donde la violencia si va a acompañada de democracia, es un bien para todos los que respiramos.
Un mundo de esclavizadores y esclavos, un mundo bárbaro.
Y entre tanta confusión me pregunto también qué pasara con las banderas, con sus cadáveres, con todos esos pueblos que son pasados a cuchillo diariamente en nombre de extrañas libertades, de justicias raras, de falsas intenciones de salvapatrias.
Y debo decirlo, siento que dejaremos un legado de nausea, que el futuro que llega, trae a rastras demasiada barbarie.
A la vista de todos está que muchas democracias hoy son abiertamente asesinas, exhiben impúdicas, grotescas, su falta de humanidad y hacen creer a quien quiera creerlo que lo hacen en nuestro nombre.
Esto sucede ahora mismo, los imperios se disfrazan, las palabras se adulteran y este lugar que debiera mejorarlo la historia empeora irremediablemente.
Por todo esto, me pregunto, ¿qué será de los que vienen?, ¿cómo haremos para que hereden la canción o la esperanza?, ¿de qué manera redactaremos el testamento que reparta la alegría o la rabia?, ¿cómo explicaremos esta memoria de mentiras, de reiterados daños, de inmensos latrocinios?, ¿cómo deletrearemos “democracia”, sin mancharnos de sangre los labios, sin mancharnos los sueños?
¿Cómo no avergonzarnos desde la tumba de este mundo mal parido, mil veces violado, mil veces masacrado?
¿Cómo haremos para que la rebeldía asome iracunda en la tierra y detenga gota a gota la sangre que se derrama en nombre de las democracias?
¿Cómo haremos esto sin que nos duelan los fracasos, sin que nos duela la muerte, sin que nos duela esta vida de carne, cañón y hambre?

domingo, 1 de mayo de 2011

La democracia en pelotas



La democracia española se queda en pelotas, con su desnudez monstruosa. Se le han acabado los eufemismos, los buenos modales, los travestismos, a la vista de todos está su piel purulenta, sus huesos carcomidos, su mirada atroz y agonizante.
Ya no le quedan excusas, casi está muerta de látigo y prohibiciones, de tortura y mordazas, de jueces y policías de mano dura.
La democracia española ya no puede disfrazar su podredumbre con nada, ya son pocos los que la ven vestida de gala, ya son pocos los que la besan sucia de leyes dictaminadas en cuadras.
Da escalofríos mirarla.
Lleva las manos atadas a la espalda.
Es una penitencia cruel soportarla.
Fue hecha a medida de un pelotón de bestias, por eso nos da tanta nausea.
La democracia española, tan delirante, clama por prohibir la paz y la palabra, y al hacerlo, es tan ingenua que no ve que el tamaño de la fosa que está cavando tiene las medidas justas de sus huesos rojigualdos.
Ha caído en su propia trampa.
Ahora, sólo queda tener paciencia y mirar p`alante con nuestra decencia intacta. Con nuestro corazón en calma, con nuestra verdad desatando los nudos de esa soga que aprieta los pueblos, que los ahorca con sus elecciones farsantes.