Viñeta de Kalvellido
Hoy pudieron comprobar desde Madrid que este es un pueblo que va por delante, que arrastra el yugo de sus políticas vengativas pero que pronto conseguirá quitarse ese peso de encima.
Aunque les joda, una vez más, Bilbao fue una inmensa metáfora.
Más temprano que tarde abrirán las puertas de las cárceles.
Porque no se puede ignorar más siglos este grito de justicia.
Aquí no nos rendimos.
Aquí desafiamos la insolencia de su indiferencia.
Aquí llenamos las calles de voces que castigan su autismo.
Hasta ganar el pulso.
Hasta que vuelvan a casa.
Hasta que se cumpla esa ley que hace trampas.
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