ARTICULOS ANTIGUOS DE SILVIA DELGADO
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jueves, 26 de febrero de 2015
miércoles, 25 de febrero de 2015
Seamos sinceros
Seamos sinceros, la crisis no es un huracán que pasa y
deja todo desolado donde a veces es posible reconstruir lo que una vez hubo.
Las crisis que padecen los países de uno y otro lado, son
la excusa de la explotación, de la sumisión, del robo descarnado de las soberanías.
De todas las soberanías.
La crisis no va a desparecer de repente, como por arte de
birlibirloque, es la médula, el latido primitivo del capitalismo.
Y si creemos que alguien, quien sea, nos va a sacar de ella,
que va a dar un golpe de timón y va a poner en primer lugar de su agenda las
necesidades más urgentes, el pan, el techo y el abrigo, estaremos dejando que
una vez más hagan con nuestra piel, nuestros propios látigos.
Pienso en el
legado de miseria que vamos a dejar a los niños si no lo evitamos de manera
contundente ahora mismo.
Pienso en el mañana y en el paisaje espantoso en el que
estaremos si no lo evitamos de manera contundente ahora mismo.
Pienso en la salud y en ver morir a la gente de
enfermedades curables.
Pienso en el futuro y en los libros y en el pensamiento
que será sólo para unos pocos que puedan comprar esto como un privilegio.
Nadie nos salvará, no nos engañemos.
La cuestión es si vamos a ceder el puño y la palabra, si
vamos a permitir que continúe esta utilización del ser humano como objeto, como
máquina, como mano de obra barata o como sudario mientras hablan en nuestro
nombre y dejan democráticamente que se enriquezcan los mismos.
martes, 24 de febrero de 2015
Poema al pueblo que desespera
Ataros al mástil, sólo se oyen cantos de sirenas,
fiaros del olfato que da ser siempre el oprimido,
las canciones que se oyen suenan dulces pero son
traiciones.
No os soltéis del mástil,
veréis como después
os ordenan
remar encadenados hacia ninguna parte.
Remar con hambre,
remar ,morir, morir, de sed, sin luz,
para que lleguen a buen puerto los vencedores.
Ataros al mástil, es tiempo de elecciones
taparos los oídos,
cambian los cantantes,
pero son las mismas canciones.
Después de nuevo a remar con hambre,
a remar, a morir, a morir de sed,
de sed,
de sed,
y otra vez
sonarà la música
aunque para vosotros,
nunca amaine.
domingo, 22 de febrero de 2015
El crimen
¿Cuál es el crimen de los niños?
¿Qué hicieron para estar enjaulados?
¿Jugar entre escombros es delito?
¿Comer de las sobras es delito?
¿Reír a pesar del plomo y la metralla?
¿Qué delito hace un niño,
qué dolor, qué infamia?
¿Qué puede hacer un niño para ser una amenaza?
¿Encarcelarán a los bebés por gritar a deshora?
¿Fusilarán a las embarazadas porque en sus vientres
crecen vidas?
¿Castrarán a los hombres,
prohibirán engendrar como medida preventiva?
¿Matarán a quien ame con urgencia?
¿A quién tenga sexo en esa tierra podrida de violencia?
¿Cuál es el crimen?
¿Jugar con el tirachinas a derribar tanques,
a derribar drones,
a derribar a la soldadesca que va armada hasta los
dientes?
¿Cuál es el crimen, tirar piedras a quienes tienen todas
las balas?
La estrella azul está podrida, huele a holocausto y a mierda,
es la excusa perfecta para dar vía libre a la barbarie.
jueves, 19 de febrero de 2015
Miren ustedes
Miren ustedes yo
no quiero dinamitar la esperanza con este pesimismo sin modales, pero es que
nunca antes vi a un pueblo levantarse de repente.
Ustedes me corrigen si estoy equivocada pero lo pueblos
que se ponen en pie no negocian su pobreza, no dicen digo pa luego decir diego a ritmo de
encuestas.
Perdonen estas palabras que apedrean a los que quieren
cambiar las cosas pero es que soy poeta
vieja, mi mano izquierda está llena de puñaladas que me dieron los políticos vacíos
de conciencia.
Nunca vi un pueblo levantarse en unos pocos meses, fue un
esfuerzo de años, de cárcel y de golpes.
Fue un esfuerzo conjunto donde no se dio un paso atrás a
pesar de las muertes.
Entonces díganme esos que van a asaltar los parlamentos sin ak47 ¿cómo van a conseguirlo si dentro fabrican estos días que
nos degüellan y fuera viven convencidos de que con un voto y unas siglas desaparecerán
mágicamente, con el rabo entre las piernas, las bestias y sus cuchillas?
Díganme ¿Cómo van a conseguir la mitad de la mitad de la mitad
de lo que han dicho, con un papel, una urna de cristal y unos pocos sortilegios?
domingo, 15 de febrero de 2015
Carta a la clase media
Yo no sé bien quienes sois.
Quizá madrugáis menos que nosotros.
Quizá no os duele la
espalda al salir del trabajo, ni pasáis frío en el tajo, ni morís en los
andamios.
Quizá vuestros contratos son más largos, mejor pagados y
pensáis que la precariedad nunca va a rozaros
Quizá nunca estuvisteis en la cola del paro, ni en las
puertas de los comedores solidarios.
Quizá vuestros viejos tienen quien les cuide y podéis
descansar de sus dolores y meadas, de sus frustraciones y de su cansancio.
Quizá vuestros hijos van a escuelas de pago, con la mochila
cargada de libros y la promesa de un
destino de privilegios.
Quizá aún podéis pagar las cuentas y la vida va y viene con
la normalidad gelatinosa de quienes se
sienten blindados
O quizá no.
Quizá hoy has perdido la certeza del mañana, y la casa
peligra y el trabajo ha desaparecido junta a otros miles.
Quizá tus hijos han crecido y son esclavos con corbata y
tacones de una multinacional cualquiera.
Quizá tus padres agonizan y no puedes comprarles suficientes
jarabes ni pañales.
Quizá ya no sirves, clase media, para ser sobornada guardiana del sistema.
Ya no puedes ser más el muro de contención de los que nos
arrancan el sudor y la riqueza.
Quizá ahora que compartimos los golpes y que conoces de
primera mano las consecuencias de no ser útil ni tu tiempo ni tus brazos, quizá
ahora quieras venir con nosotros, para ser muchos, para ser todos, iguales pero
distintos, mujeres, obreros, comerciantes, universitarios, emigrantes,
emputecidos de todos los colores.
Quizá si dejas, clase media, de ser paredòn que protege a
los amos, podamos poner en este mundo un poco de orden.martes, 10 de febrero de 2015
Los atrapados
Las deudas nos
doblegan.
En su nombre se puede matar de hambre o de guerra.
En su nombre dejan a los niños durmiendo a la intemperie.
En su nombre agonizan los enfermos y los trabajadores,
trabajan a destajo casi de balde.
En su nombre es posible arrodillar a los países más
indomables.
Todo es posible si las
deudas crecen.
Podemos pagarlas a tocateja, lo que nos pidan, gota a gota, casa a casa, vida a vida.
Pero el futuro estará sepultado porque el endeudamiento es la cadena con la
que atan a los pueblos para que sean esclavos.
Habrá quien diga que
se pueden negociar, entonces serán menos gruesas pero igualmente siniestras
Habrá quien diga, que se puede decidir los eslabones que
tengan, mayor o menor longitud, pero seguirán
siendo cadenas.
Habrá quien diga que podemos elegir si son de hierro, de
acero o de oro. Que podemos elegir llevarlas en los pies, en la cintura, en el cuello,
en los brazos o en las banderas pero seguirán siendo cadenas.
La única solución es romperlas.
Curarnos las heridas
que dejan y aprender a vivir sin miedo a moverse libres de ellas.
Sin miedo a los acreedores, sólo son demòcratas feudales.
Sin miedo a plantar cara a esta servidumbre que anula
nuestra humanidad y nos convierte en bestias.viernes, 6 de febrero de 2015
Los cuentos
Yo nunca me creí el cuento de los demócratas, ni lo creí
hace décadas, ni lo creo ahora que han aparecido renovadores y limpiacristales
de urnas.
Tengo una palabra que sirve para hacer el exorcismo y
dejar en pelotas a los falsos: tortura.
Denuncia tras denuncia, década tras década, los demócratas,
incluso los más escorados a la izquierda la callan, la ignoran.
Ayer y siempre. Es un tema que no les duele.
Es tan vergonzoso como lacerante. Define nuestra
democracia por el olor a sangre
chamuscada que deja.
No me hagan mucho caso, sólo soy poeta, pero ¿cómo voy a
creer en unos tipos que teniendo la cura dejan abiertas las heridas, que
premian a los verdugos y los indultan?
A pesar de todos los informes, de todas las pruebas, de
todos los testimonios, casi ningún político, salvo los verdaderamente demócratas,
agarran esta verdad incuestionable y la denuncian.
Y en esos pocos que se queman, en esos pocos que
ningunean, que desprecian, en esos pocos creo.
Así que conmigo no cuenten, ni los de antes ni los modernos
de ahora, un demócrata de veras da un paso al frente.
Cuando lo hagan en cadena podremos hablar de democracia, podremos hablar sin temor a ser detenido e impunemente torturado, urna tras urna, sigla a sigla.
Cuando lo hagan en cadena podremos hablar de democracia, podremos hablar sin temor a ser detenido e impunemente torturado, urna tras urna, sigla a sigla.
miércoles, 4 de febrero de 2015
El asombro
No sé si sobreviviré a este asombro
de caminar pa atrás y con mordaza,
cansada de alzar la voz como si nada,
cansada de los silencios que acompañan
los cuerpos tan callados pudriéndose a deshora,
las casas arruinadas y vacías,
la vida a la deriva siglo a siglo.
No sé si sobreviviré a este asombro
de saber que el pasado se repite porque nos vemos distintos,
distintos del negro y del indígena,
distinto del tiroteado y del ahorcado,
distinta la mujer que limpia del hombre que se sindica.
Distintos entre los mismos hambreados.
No sé si sobreviviré a esta obstinada manía
de cerrar los ojos ante la evidencia de que
allende los mares, aquí cerca,
emigrantes o precarias,
somos todos pueblo explotado,
y sólo mirándonos como iguales
ganaremos el pulso a la barbarie.martes, 3 de febrero de 2015
Cadena perpetua
Prisión permanente revisable es un eufemismo de cadena
perpetua.
Y se quedan tan tranquilos asegurando que aseguran nuestra
seguridad.
Y se dan la mano y se besan los mofletes.
Quieren convertir las calles en cárceles y las cárceles en cementerios.
Para dormir sosegados y que nadie ni nada les moleste.
Ni las ideas, ni las quejas.
Y si molestan….¡entre rejas!
Señores mandamases, dejen de joder, dejen de ser cobardes,
digan que lo que quieren es al pueblo con los labios cosidos, las rodillas bien
clavadas en el suelo y el miedo susurrando en la nuca de quien disiente.
lunes, 2 de febrero de 2015
Una vez màs
Una y otra vez los derechos se tuercen,
las quejas se llenan de hambre,
los pueblos se vacían.
Una y otra vez se silencian los gritos,
se trasviste la verdad,
se apalea la razón con la maza y la balanza.
Una y otra vez
la historia se repite,
otra vez la amenaza contra quien quiere justicia,
otra vez sin pan porque su vida peligra,
otra vez la lenta espera para desafiar un regreso que lo
condena a cadena perpetua.
Otra vez, Sàhara y su gente.
Otra vez dejarse morir para vivir dignamente.