ARTICULOS ANTIGUOS DE SILVIA DELGADO

lunes, 22 de septiembre de 2014

El cheque en blanco

Viñeta de Kalvellido

Creo que durante los últimos años hemos ido presenciando la putrefacción de la sociedad, no sólo en cuanto al descaro del saqueo, la vulneración de derechos, la censura, la moral aplicada sobre los cuerpos, la impunidad, la brutalidad policial, la violencia puerta a puerta, desahucio tras desahucio, el hambre, los andrajos, el renacimiento del fascismo sin tapujos, etc., etc..
No sólo eso.
Hoy día la deshonestidad está normalizada.
El engaño, el abuso, son cotidianos.
Nos estafan en los supermercados, en la tarifa de la luz y del teléfono. Nos roban con las medicinas, con los libros, con el agua.
Nos roban por si acaso.
La zanahoria siempre va un paso por delante y nosotros seguimos tirando para alcanzar ese imposible.
Pagamos el peaje mansamente, pagamos los jarabes, pagamos las pomadas, pagamos las compresas, pagamos las letras… es la extorsión del pobre, la asfixia sin freno, coágulo a coágulo.
Pagamos por tener justicia que no es justa.
Pagamos para que nos gobiernen quienes nos engañan.
Pagamos a un diosito que no reconocemos.
Pagamos  a una policía que tortura
A escote, entre los emputecidos.
Financiamos cada una de las cadenas que nos golpean. Cada una de las manos que se agitan para azotarnos con ellas.
Pagamos este impuesto permanente que revoluciona sólo miserias.
Como mecenas voluntariosos.
Mientras nuestras casas se llenan de deudas y de impotencia, los de siempre no quieren poner en claro las cuentas.
Nos roban descaradamente, somos su fuente inacable de riqueza, su cheque en blanco, su fábrica de moneda.
La pregunta es ¿hasta cuándo?


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Apaga y vàmonos

Viñeta de Kalvellido

Es bastante frecuente ver la brutalidad como un hecho aislado.  Producto de la ira o de la intolerancia o de la ignorancia.
Alguien que degüella un perro, alguien que guarda a sus hijos en un congelador, un grupo que viola a una niña, un padre que quema con un cigarro a su bebé…
Vemos a estos seres  como algo extraordinario, fuera de lo común, para comprenderlos afirmamos que están enfermos, que son locos.
Lo terrible de esto es que no recordamos que la brutalidad ha llenado todas las páginas de la historia, de monstruos en serie,  contados a millares.
La historia está llena de brutos por oficio. De funcionarios de la brutalidad.
Basta con mirar un poco hacia atrás y recordar los campos de exterminio, los cuerpos lanzados desde aviones, las masacres en pueblos o en campos de futbol.
Basta con observar un poco la realidad para darse cuenta de que la brutalidad vive agazapada en todas las sociedades, que detrás de los brutos de oficio siempre hay una sociedad cobarde que calla y otorga, que calla y comprende, que calla y regala el don de infringir dolor a quien se ponga delante.
Y esto es lo preocupante, que no hemos aprendido de los horrores pasados.
Que a pesar de estar advertidos, puede volver a repetirse el disparo en la espalda, la cámara de gas, las fosas comunes.
El fascismo crece, la brutalidad que lo alimenta crece, los silenciosos hacen la vista gorda porque a ellos, no les toca.

Y unos pocos, los menos, se estremecen porque que la impunidad abrirá de nuevo las puertas de la barbarie. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

A mì tambièn

Son peligrosos los jóvenes combativos. Que los detengan.
Que detengan a los que piden la paz completa, no esa triste paz tan tuerta.
Que detengan a los que exigen techo,
a los que se niegan a pagar la deuda,
a los que no se ponen mordaza,
a los que quieren más letras.
Que detengan a los que se quejan,
a los que quieren tierra.
Que detengan a los hambreados que plantan cara a la opulencia ajena,
a los que se dejan llevar por la conciencia,
a los solidarios,
a los trabajadores sin trabajo,
a los que no se domestican.
Que detengan a las madres, a los bomberos, a los viejos, a los maestros,
que detengan la palabra, la voz, el grito,
que hagan una cárcel inmensa donde quepamos todos.
Que las calles se llenan de trampas para cazar a los que desobedecen
la pobreza porque sí,
los golpes, por si acaso,
la rebeldía de quienes se niegan a agachar la cabeza.

Que nos detengan a todos,
a mí también,
por ser poeta.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Merecerà la pena

Imagen de acciòn poètica tucumana

¿Merecerá la pena esta triste canción nocturna
que acuna mi corazón  tan insomne, frío y aterrado?
¿Merecerá la pena
la palabra que cae
sobre lunas intensas
si los oídos son tercos
y tercos son los silencios?

¿Merecerá la pena
ser poeta
si a veces esta vida sólo enreda y desenreda agonías,
sólo abrocha y desabrocha mala leche,
sólo ata para desatar a los más  crueles?
¿Merecerá la pena ser poeta
si apenas podemos ser personas entre  bestias?

lunes, 8 de septiembre de 2014

La conciencia

Imagen de Acciòn poètica tucumana

Se debe vivir bien sin preocuparse porque el invierno se aproxima y los viejos hambreados van a morirse de frío, sin pensar en los basurales donde se amontona la gente para alimentarse un poco, en los enfermos que languidecen, en las dignidades machacadas a golpe de fascismo.
Se debe vivir bien en un espejismo
Es descorazonador dejarse acompañar por la conciencia, ir con ella de la mano, permitir que te guie por la realidad como un ilustre amante desahuciado.
 Tiene la voz ronca, molesta su tono sin modales, sus blasfemias, su desobediencia.
No para de gritar a todas horas, en los sueños y en las calles.
No para de señalar a los culpables, es infatigable, nunca se cansa, la acecha siempre la muerte silenciosa de los indiferentes.
La conciencia no es algo que se rompa en pedazos para usarse a conveniencia.
No podemos dejar que hable a ratos y otros ratos sentir en el aire sus verdades.
Tener conciencia no es algo amable,  duele.
Intensamente, duele.
Lo mejor sería taparle la boca, coserle los labios, anudar su garganta.
Pero no se deja.

Se debe vivir bien sin preocuparse, sin pensar en nada más que en uno mismo, en la suerte o el destino, pero si la conciencia llamó a tu puerta y la dejaste entrar sin reservas, se acomodará y para siempre escucharás s esa voz estridente que dice a pleno pulmón: es urgente señalar los yugos, reventar de rabia y existir extenuados  entre el salitre y las protestas.

domingo, 7 de septiembre de 2014

La vida

Viñeta de acciòn poètica tucumana

La vida va dejando la memoria en ruinas.
Una Infancia a lomos del silencio,
unos libros delirantes llenos de mentiras,
amores que no amaron,
voces enfermas que usaron el insulto como el pan de cada día,
calles atroces por las que anduvo harapienta la ternura,
alcobas dolorosas en donde la muerte  calmó su sed de sangre.
La vida va dejando en la memoria demasiados lutos y elegías.
Demasiados llantos,
demasiadas despedidas.
Demasiadas.
Pero la vida también palpita  entre los escombros de su memoria derruida,
puede cantar y canta, aunque le cueste vivirla,
puede amar y ama, aunque el odio la hinque de rodillas.
La vida, a pesar de sus cruces y de sus látigos,
respira poderosa.
Respira a pesar de los miserables
que se empeñan en destruirla.


jueves, 4 de septiembre de 2014

Què màs da

Viñeta de Kalvellido 

Qué más da la tristeza,
qué importancia tienen los nudos, las heridas,
la muerte sigilosa calentando esta alcoba que
 me encadena al dolor y me asfixia.
Qué más da este caminar cansado
entre arenas movedizas,
esta pena grande suspirando con deleite
cuando apenas puedo ponerme en pie,
 cuando apenas puedo.
Qué más dan el vació y el abismo
si afuera cruje la tierra
y los pájaros emigran.
Si afuera caen los párpados abatidos
si afuera una victoria es conseguir el pan de cada día.
Qué más da que hoy no pueda con las letras y los lutos.
Qué más dan las poetas,
qué más dan si afuera nunca es primavera
y las palomas blancas nunca traen buenas noticias.

Qué más dan los poetas, los cantores,
qué importamos
si mientras contamos con los dedos nuestros miedos
afuera el terror  crece y se multiplica.