ARTICULOS ANTIGUOS DE SILVIA DELGADO

lunes, 31 de octubre de 2011

La verdad


Viñeta de Kalvellido

La memoria es un tesoro que debe ser cuidado con justicia.
Es obvio que hay que andar pero sin perder la vista atrás.
Esto es así, guste a quien guste.
Los muertos aún los más viejos, tienen que ser desenterrados con sus nombres y asesinos para poder continuar el camino limpio.
Incluso en este, mi país pequeño, los muertos, todos, deben ser puestos sobre la mesa.
También aquellos que fueron encontrados en los ríos y cubiertos de cal.
También aquellos que quedaron perdidos en morgues extranjeras, también aquellos que murieron con las marcas de noches eternas de golpe y de picana.
El futuro no nos espera si tenemos muertos de segunda y de primera.
Y es cierto, hay demasiados cadáveres, demasiados rostros amarillos, demasiadas vidas castigadas, desahuciadas, amputadas.
Pero también hay demasiados olvidos, demasiadas personas tuertas mirando con un sólo ojo la realidad, ignorando que en la oscuridad de su mirada muchos yacen sin epitafio.
La historia está llena de sepulturas confiscadas, de voluntades andrajosas que desean poner cerrojos, que quieren recordar pero a medias.
Porque la verdad da miedo, abrir de par en par sus puertas implica señalar la podredumbre que se oculta detrás de célebres personajes de piedra.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Quizà


Viñeta de Kalvellido

Los jóvenes quizá deban plantearse renunciar al legado que les estamos dejando y con sólo su voz y su esperanza construir un mundo sobre los escombros de nuestras pequeñas victorias.
Quizá sólo en sus manos esté alcanzar las utopías.
Quizá sean sólo ellos los dueños de un futuro que ahora ni se vislumbra.
Quizá su demente urgencia de romperlo todo, de acabar con todo, de empezar de nuevo, sea sólo cordura.
Y nosotros entonces, quizá sólo seamos viejos locos enfangados, atrapados por palabras, vencidos por ellas mismas.
Quizá esas vidas con la edad justa para parir sueños pueden enseñarnos el camino del porvenir, quizá ellos, que caminan por el filo tienen la piel limpia de miedo y por eso se atreven a ir más allá sin el vértigo que producen los abismos.
Quizá ellos, que no tuvieron tiempo de poner remiendos a la memoria son inmunes a la hipnosis, a las mansedumbres, a las puñaladas y ven las barbas de los verdugos mucho antes de pisar la horca.
Quizá los jóvenes que no huyen, que se quedan clavados en la realidad para transformarla, que no piden permiso, que no tienen los modales de esta sociedad podrida de cruz y calaveras, quizá esos jóvenes son la sabia roja que necesitan nuestras arterias.
Y quizá nosotros, los viejos transeúntes del amor, la justicia y la ternura, debamos simplemente abrir de par en par las ideas para dejar que esa sabia roja se derrame sobre ellas.

viernes, 21 de octubre de 2011

Una parte


Viñeta de Kalvellido

ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada y esto, sin duda es motivo de alegría. Pero de una alegría relativa.
Una alegría prudente, comedida, bien recibida pero la paz con mayúsculas necesita con urgencia de otras tantas noticias.
Este es un pueblo lleno de heridas que supuran incesantes.
En las cárceles, en los parlamentos, en los tribunales, en los cementerios, en las fosas, en los calabozos.
Con el tiro en la nuca, con el disparo a bocajarro, con la tortura, con el golpe, con la ley en la mano.
Y la paz no depende sólo de una parte.
Este es un pueblo que sabe andar su camino, que no piensa detenerse a esperar gestos, muecas, guiños.
Este es un pueblo que quiere ya mismo respuestas a la altura de un destino que ya está escrito.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La rabia


Viñeta de Kalvellido

La rabia tiene huesos y ojos y memoria.
La rabia muestra su desnudez desafiante,
hace señas al enemigo enajenado,
al atrofiado de ternura y compromiso,
al bestia codicioso,
al vigilante penitente y salvaje.

La rabia enseña sus colmillos pese a todo,
levanta los brazos del hambre y sus corduras,
señala uno a uno los pasos de la muerte,
de sus sombras,
de sus roñosas mansedumbres
y deletrea a la bestia y sus secuaces
con su voz armada de utopías.

La rabia a sorbos o de un trago
recorre las arterias de la vida
drenando dolor, sueños, victorias
como si este fuese el último dìa.

La rabia limpia,
derramada por los pueblos, por las calles,
llena de ideas y canciones
combate cuerpo a cuerpo
y sin descanso
por un mundo sin yugos,
por un mundo en paz consigo mismo.

La rabia,
golpe a golpe,
la rabia ahora y siempre,
supura hiel en làgrimas y poros
cada vez que el desamparo
nos quiere dejar solos.

La rabia,
la urgente rabia,
bendita rabia
que nos mantiene en pie
aullando por un futuro distinto.

sábado, 8 de octubre de 2011

Presos y demòcratas


Viñeta de Kalvellido

¿Qué pueden decir los demócratas sobre Ibón Iparraguirre?,
¿Sobre las leyes que aplican según conviene?
¿Qué pueden decir sobre los presos enfermos de gravedad que malmueren?
¿Qué pueden decir sobre la dispersión?
¿Sobre las torturas?
¿Sobre las cadenas perpetuas?
¿Qué pueden decir?
Mientras ellos hablan y hablan, dicen, dicen,
puños, garras, bolsas, picanas.
Y mientras ellos hablan, hablan, dicen, dicen
cárcel, fiebre, nada, nada.
Y mientras ellos hablan, hablan, dicen, dicen
un pueblo sin amnesia aúlla y canta,
se retuerce a los pies de sus fortalezas
y cuenta las horas, las vidas, la distancia
que hay entre la libertad, la justicia y sus apestosas palabras de demócratas.

jueves, 6 de octubre de 2011

Los peligrosos


Viñeta de Kalvellido

Y siguen las excusas.
Nos arrancan la riqueza de las manos, nos engañan, nos envían al paredón de la miseria, nos ponen la mordaza de la ley, la incertidumbre de los desahucios, la esclavitud de las deudas que aumentan.
Nos quitan el trabajo o nos lo dan miserable y precario, convierten la salud en un privilegio, la enseñanza en un terreno frágil y manso, ordenan a las jaurías que no se mueva nadie, hablan de cinturones apretados, de austeridad, de hacer patria, recuerdan con nostalgia viejos tiempos, desentierran el terror para sepultar la memoria, ignoran la justicia, o lo que es peor, la someten y violan impunemente y además de todo esto pretenden que estemos callados.
Quieren que seamos ordenados, dòciles, seres apagados.
Nos quieren risueños y crucificados.
Pretenden que pidamos permiso para quejarnos, que conservemos modales educados, que respetemos la democracia del cheque en blanco y la violencia burocratizada.
Y si nos explota la rabia en las manos, si la nausea se contagia, si salen las conciencias de su letargo, si agarramos la vida y les desafiamos entonces nos quitan de en medio con sus excusas pueriles.
Otegi, Cañamero, Hàsel.
Es un peligro pensar, hacer, crear.
Y cuando peligra esta libertad, cuando está perseguida o entre rejas sólo nos queda decir que el fascismo vive demasiado cerca.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Pablo Hàsel


Viñeta de Kalvellido

Esta democracia pone el dedo en el gatillo a la libertad. de expresión y dispara en la nuca a quien habla, escribe, aúlla o canta.
Hoy fue detenido Pablo Hàsel. Un rapero. Un hombre libre.
Una voz que hace canciones de rabia, que importuna a los oídos castos.
Un corazón que incendia la verdad de esta esclavitud premeditada.
Están en lo cierto los que mandan, es peligroso, no se agacha, tiene ideas, daña.
Y con su detención estamos todos detenidos.
Raperos, dibujantes, poetas.
Escritores, subversivos, zurdos
Parados, indignados, desahuciados.
Todos.
Todos maldita sea, menos los complacientes.
Menos los sepultureros de sueños.
Menos los que mueven la cola.
Menos los que no tienen nada que decir, nada que pensar, nada por lo que pelear.
Hoy fuimos todos detenidos con Pablo porque, como él, somos terroristas armados con voz, lápiz y palabras.

domingo, 2 de octubre de 2011

Los funcionarios del dolor


Viñeta de Kalvellido

Por lo visto las jaurías se preparan para una represión mayor.
La desesperación los tiene advertidos y husmean el futuro sabiendo lo que les espera.
Se armarán mejor, querrán poner orden a golpe de porra, plomo y detención.
Querrán hacer bien su trabajo, defender al amo, al dueño de los huesos, las casas y las deudas.
Querrán la caricia en el lomo, la medalla, el trofeo de los rebeldes esposados por la espalda.
Querrán marcar con su orina las fronteras, las banderas, las ideas.
Querrán callar las voces que estropean silencios sumisos y correctos.
Querrán dar caña, más caña.
Toda la caña que guardan en sus cananas.
Pero no hay dios que pueda detener la rabia.
No hay jauría que frene la pobreza repartida puerta a puerta

Que este mundo tiene millones de desesperados
y no serán suficientes los funcionarios del dolor
para apaciguarlos.